miércoles, 2 de enero de 2008

Del ridículo al milagro.

Se me han pasado mil cosas por la cabeza hoy. Me acordaba de eliminatorias de años atrás, cuando caíamos ante un tercera o ante un segunda. Recordaba el sufrimiento al que estábamos acostumbrados antes, a ese Sevilla del sufrimiento hasta el final. No se puede perder la cabeza nunca, ni ante un Barcelona, ni ante un Arsenal, ni ante un Denia.

Por otra parte mi aplauso al Denia, ha brindado espectáculo a un partido calificado de "trámite" decían, bravo por un gran rival, bravo.

El partido empezaba bien, 2-0 en la primera parte, Luis Fabiano, que sigue dando espectáculo con cada balón que toca, y el segundo de Fazio.

En la segunda parte mostramos la peor cara, flaqueamos en defensa y dos errores de Renato y de toda la defensa a la salida de un corner hace que el Denia nos ponga de patitas en la calle con el 2-2. Se pensaba, quedan 15 minutos, sólo es un gol.
Pues no, el Denia, de penalti, hace que suframos la peor pesadilla en Navidad. Dos goles teníamos que hacer.
Llegaba el 90 y seguíamos eliminados, pero aparece la casta nuevamente de Chavantón, hace el 3-3. Y un minuto después un penalti, dudoso a mi parecer, sobre Maresca, hace que Kanouté nos haga pasar de la pesadilla y el mayor ridículo jamás pensado a la gloria del gol de Puerta en aquel Jueves de Feria, la gloria de aquel gol de Palop.

Como muy bien a dicho Manolo Jimenez, el equipo ha ganado cuando ha querido, pero se debe querer antes Manolo, nunca relajarse ni ante un tercera, nunca.

Ahora, a por el regalo de reyes.

No hay comentarios: